jueves, 9 de octubre de 2008

1. SUEÑO INFANTIL

Durante mi infancia solían llevarme, en compañía de otros niños, a la estación de ferrocarril que existía en Espinardo y que enlazaba la de Murcia Zaraiche con la de Molina de Segura. Allí, mientras tomábamos la merienda, esperábamos la llegada del tren. Aunque se trataba de una experiencia repetida cada tarde, el momento de llegada del tren se convertía en una experiencia única. Se creaba un ambiente de auténtica expectación y excitación, con gran alboroto. Se escuchaban un montón de voces de niño gritar ¡Ya viene, ya viene! La Enorme máquina de vapor, de hierro negro, maravillosa escultura en movimiento, con sus tubos cromados, su chimenea y sus enormes ruedas pintadas de rojo carruaje, entraba lentamente hasta el andén, pitando con un sonido estridente, rugiendo y haciendo temblar el suelo bajo nuestros pies, llenándolo todo de vapor blanco, opaco, mezclado con un sinfín de minúsculas partículas de carbón en suspensión. Alguna de aquellas diminutas partículas solía juguetear en nuestro rostro o conseguía entrar en uno de nuestros ojos. Recuerdo que en mi interior se mezclaban sensaciones muy dispares, temor, alegría, sorpresa, asombro... Lo más sorprendente era el momento de la despedida. Personas completamente desconocidas, mostrándonos sus rostros sonrientes, con palabras de adiós y gestos de su mano derecha parecían querer decirnos que se sentían felices de abandonar el lugar en que nos encontrábamos. Todos nosotros contestábamos emocionados y sorprendidos por la atención que repentinamente se nos prestaba. Un hombre de azul marino oscuro con gorra de visera y una banderola roja en su mano izquierda, hacía sonar un pito que sujetaba con su mano derecha sobre su boca. Entonces, el convoy, arrastrándose lentamente, se volvía a poner en movimiento. Sonidos de roce metálico y de saltos graves, pesados y rítmicos acompañaban el paso lento de los vagones. Poco después todo quedaba en silencio. El gran momento había pasado. Todo lo hermoso y sorprendente suele pasar con rapidez.


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